En la segunda de las tres coladas, fechada de hace unos 150.000 años, es dónde se identificó un túnel de lava que la colada creó en fluir por esta zona. Lo que se puede ver son fragmentos de las paredes de cierre del tubo que, en la zona interior, han quedado rellenadas por sedimentos arrastrados por el rio. La sobrepresión de la gran cantidad de lava que circuló por este tubo provocó una deformación, o blíster (burbuja), en el techo de les túneles, generando pequeños túmulos en la colada. La erosión del río Fluvià, en el espacio del Molí Fondo, ha dejado al descubierto estas formaciones únicas en toda la Península Ibérica.